16 marzo 2006

El pianista del pasillo del metro

Todas las mañanas recorro un pasillo, corredor y/o/u tunel del metro madrileño para ir a trabajar. Y justo en mitad del pasillo todas las mañanas está, inasequible al desaliento, un tipo algo desaliñado pero con mucho porte y dignidad que, sentado en una pequeña butaca, toca un teclado electrónico.



Tocar es un decir. Hace que toca. El teclado es una versión actualizada de mi querido Casio PT-100 (Quien no ha tenido un PT 100 en su infancia) que toca solo, y el interfecto pone sus dedos en las teclas de manera totalmente aleatoria, produciendo unos sonidos horribles.

Nunca le he dejado una moneda (tengo la costumbre de dejarsela solo a los músicos ambulantes que se lo merecen), pero hoy ha sido diferente, porque aunque el tipo seguía con su ritual de tocar cualquier tecla sin la más mínima musicalidad, de la memoría de ese teclado sonaba "When the saints go marching in", una de las cuatro canciones de demostración que tenía mi PT-100 y que desgasté de tanto oirla y tocarla. Le dí una moneda y me marché silbandola. Que cara me sale la nostalgia ...