27 septiembre 2006

Competencia emocional

Desde que comencé a seguirle en "Redes", siempre he pensado que Punset es un tipo peculiar. Un personaje, cuando menos, interesante, que no deja indiferente a nadie. Desde abril escribe un blog que sigo con devoción cuasi paranoide. Hay que decir que el blog de Punset es uno de los pocos "blogs de famosos" que aporta algo más que la inmensa mayoria de boboblogs famosiles (El de Pancho Varona se salva de la quema, que grande eres Panchito).



Bueno, que me voy por las ramas. Toda esta introducción era para comentar que en una de las últimas entradas del blog de Punset se habla de los efectos de la niñez y la adolescencia en la vida adulta. La tesis es que existen tres momentos cruciales en la vida de una persona: la negociación madre-hijo (niñez), la escuela (adolescencia) y la salida al exterior (edad adulta). La conclusión es que la conducta en la última etapa está muy determinada por lo que ocurrió en las dos anteriores. En función de ese pasado se puede llegar a la vida adulta con curiosidad, ímpetu y predeterminación o por el contrario con miedo, conservadurismo y conformismo.

En cierto modo no deja de ser una excusa (yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así) pero de aquellos barros suelen venir estos lodos. Y no es que me queje de la educación de mis progenitores, que fue espectacularmente buena, irreprochable y llena de amor, simplemente tuvieron un pequeño fallo, se les notaba demasiado el miedo a que me pasara algo. Y eso es algo que, a fuerza de sentirlo, se te va grabando en el disco duro ... Faltó, en definitiva, un pelín de competencia en la gestión de algunas emociones.

Pasa en las mejores familias ...