02 diciembre 2006

Lo mucho cansa

Hoy me he dado el lujo de no hacer nada en todo el día. Vagancia total, encefalograma plano. Productividad doméstica nula. No pensar. Vegetar.

Quien lo diría hace 3 años, que la sola idea de pasar un día así podía sumirme, y de echo me sumia, en la más absoluta de las depresiones. Más que nada porque todos los días eran así.

Está claro que para poder disfrutar de los momentos de ocio que puedas tener, es completamente imprescindible tener tu mente ocupada el resto del tiempo. Cuanto más puteado estás y cuanto menos tiempo tienes para disfrutar, más disfrutas los pocos momentos que te quedan.

Ya lo decía mi abuela, "lo mucho cansa y lo poco agrada" ...