20 agosto 2013

La sala de espera del hospital

Hoy he estado toda la mañana en la sala de espera de un hospital. Operan próximamente a mi progenitor de cataratas y le he acompañado a hacerse el preoperatorio, ya que las tiene muy avanzadas y ve con bastante dificultad. Nos han citado 8:30 y hemos salido, con el ok para la operación, a las 14:30. Lo que viene siendo toda la mañana de Dios.


Las salas de espera de los hospitales, cómo ya comentaba por ejemplo mi imprescindible Molinos, son unos lugares muy particulares. Se dice que la desdicha une mucho, y es totalmente cierto. Los minutos y las horas pasan lentamente, y se producen conexiones que no suceden en ningún otro sitio, ya sea entre los propios pacientes que comparten proximidad o también entre los pacientes y los familiares que los acompañan.

También es verdad que hay muchas salas de espera. La tortura de la Sala de espera de Urgencias de La Paz, por ejemplo, no tiene parangón. Algún día escribiré algún post sobre mis experiencias en ese pequeño infierno, más allá del que ya escribí en su día. De las salas de espera del dentista, por poner otro ejemplo, se ha escrito mucho, y tiene sus propias circunstancias, también bastante chungas. Lo de hoy ha sido mucho más light, mucho más tranquilo y reposado, y sin dolores más allá de la dolencia crónica, lo que realmente es fundamental a la hora de valorar los estados de ánimo y las reacciones de la gente.

Dos ejemplos. Hoy he hablado con mi padre de temas de los que nunca hablamos, reflexiones profundas sobre la vida y sobre otros temas que el día a día no nos permite hablar. El estar forzosamente esperando más de tres horas a los análisis hace que se tenga tiempo para hablar casi de todo más allá de la mera charleta intrascendente de las comidas de los domingos. Por otro lado, en una de mis furtivas, o no tanto, escapadas a mi móvil, mi padre se puso a hablar con otra paciente, y lo que comenzó cómo un mero comentario de "el anestesista llega media hora tarde a la consulta, que poca vergüenza", acabó casi en una tertulia de varios pacientes y algún familiar, de esas en las que se arregla el mundo.

Las salas de espera de los hospitales son así.

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1 Comments:

At 20/8/13, 20:06, Blogger molinos said...

Gracias por lo de imprescindible...me ha molado mucho.

Las salas de.espera son un mundo aparte e ir al medico con los padres es tambien un tema para hablar...

 

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